lunes, 12 de noviembre de 2018

¿Por qué las reseñas son tan necesarias?


Ok, que si las reseñas son reseñas, que si son opiniones, que si son análisis, que no es lo mismo que crítica literaria... No voy a entrar en disquisiciones, no es eso lo que me interesa hoy comentar.

Creo que llegó el momento de hablar de esas personas que se toman su tiempo en leer el trabajo de un autor, pensar sobre él, ponderarlo más allá del gusto personal y realizar un comentario pormenorizado (y eso es relativo porque cada uno lo hace en al medida que quiere y puede) sobre la obra que eligieron.

¿Cómo se llama eso? ¡Es lo de menos! Lo importante es que esas personas hacen un trabajo gratuito y desinteresado, y más que nada honesto, sobre el resultado de lo que otras personas han construido invirtiendo sueños, trabajo y talento.

Los "reseñadorxs" (hay que elegir un nombre) cumplen una función esencial en el mundo de la literatura. No sólo marcan aciertos y desaciertos en las obras, no sólo ayudan a mantener la fe del escritxr en sí mismx, o destacan cosas que deberían ser corregidas, rumbos que pueden ser mejorados y que uno, como autor, no siempre ve, sino que dan a conocer una obra...

¡Si hasta tuve la suerte inmensa de que Diseccionadores de Novelas trabajar una de mis obras, con todo y un chat en directo (y aquí tengo que destacar un trabajo que sería necesario copiar íntegro y que me emocionó tanto como la charla "mano a mano" con cada uno de los diseccionadores, a quienes debería nombrar al completo pero me es imposible. Hablo del trabajazo de Denise Nader y su Platón Escher, Mira. Un eterno y grácil tren, el cual es un análisis literario soñado...)!

Ese trabajo no es simple propaganda, es mucho más, es el resultado de un esfuerzo de lectura que hará que muchas otras personas sepan que esa obra existe.

Sin la gente que reseñó mis trabajos, desde los que dijeron que alguna obra mía era prescindible, hasta el que afirmó que mi libro era un imprescindible (lo juro, usaron el mismo término base en clave negativa y positiva para referirse a mi trabajo), ellos hicieron que lo que escribo con tanta ilusión, esfuerzo, furia, amor, dolor y felicidad llegase a más manos de las que podía imaginar.

Insisto, no es publicidad, es estirar la mano y alcanzarles mi libro a otra gente, mientras se guiña un ojo, se frunce el ceño, o se esboza la más esperada y hermosa sonrisa.

Por eso, quiero agradecer a quieres han reseñado mis obras copiando algunas de esas frases (no todas porque, asombrosamente, son muchas) y poniendos los links a sus blogs y páginas originales. 
A ellxs y a todxs lxs demás: GRACIAS.




-(EL TREN) A simple vista, la premisa de esta novelette podría enmarcarse en la tradicional historia de ciencia ficción, pero Mira de Echeverría no se queda ahí, sino que rompe con la normatividad introduciendo personajes LGTB que aman, que sienten y respiran y que, en ningún caso, son estereotipos o exageraciones. El tren se convierte así en una obra referencia de la ciencia ficción de nuestros días, igual que Teresa P. Mira de Echeverría es ya una maestra del género en lengua española. Traslado aquí una frase que me ha encantado de su sinopsis y que creo que es la mejor definición de esta obra: El tren es “una fábula imprescindible sobre la otredad y la inevitable convivencia de lo diverso”. (David Pierre - A Librería, Portal Web de Crítica Literaria)

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Terpsichore by Teresa P. Mira Echeverría (translated by Lawrence Schimel) published at Strange Horizons in October, tells the story of a lone woman on ship designed to pierce the veil between realities. Her sole companion is Piotr, a zombie of sorts, animated by the ship’s AI.
The boy was a kind of Schrödinger’s cat who would always remain animate so long as he never left the undifferentiated space of the ship. Within the Terpsichore, he would be alive and dead at the same time, and it was in that state that he had been possessed by the ship’s AIs almost half a century ago. A state that could be prolonged eternally.
Piotr’s role is ensure that Captain Levitanova, Stephana, remembers herself and comes back from the journey with knowledge gained by meeting other possible versions of herself from other branching realities. From the outset, there’s an uncanniness to Piotr that makes his stated purpose seem suspect. However, Stephana continues with the mission, allowing him to guide her to a meeting with multiple versions of herself, the result of diverging events and choices in their past. Each version of Stephana carries a code name, Salmon, Wolf, Panther, Swan, and so on. Some are war-like, some manipulative, some submissive, some seductive. Stephana, Salmon, the one who returns home, struggles with the other versions of herself. How can they be so different, and yet also literally her? What separates them from her? Is she capable of their violence, their cunning? In the end, Piotr opens up a world of larger possibilities for her, giving her a choice – who is she, and who does she want to be? The imagery throughout the story is striking, giving the narrative a dream-like quality. There’s a sense of the mythic, and the cosmic. Where does the line between self and other lie, the possible and the impossible? Perhaps they aren’t so impermeable after all. 

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-¿El tren mola? Sí, mola. Pero, ¿por qué mola?

Mola porque hay un tren gigante recorriendo un planeta inexplorado. Mola porque el tren está comandado por un tío raro e imprevisible. Mola porque hay un bosque de gusanos gigantes que comen mantarrayas voladoras. Mola porque la autora consigue expresar el encuentro entre las dos especies de una forma para nada antropomorfa. Y mola porque Teresa escribe muy bonito. (Blas Cabanilles - Biblioteca T. Blog Literario)

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-lo largo de Lusus Naturae nos encontraremos con pocos personajes dentro de un mundo complejísimo. No conoceremos a muchos más que a Simeón y Chaske y su extraña relación hijos-hermanos, que atraviesan la galaxia buscando el gen prometido; y un poco más adelante a Sarraillarotz, que también comparte una relación anómala con Chaske.
Los personajes se creen humanos aunque están lejos, temporal y genéticamente, de serlo. Por eso, durante las primeras páginas nos parecerán ilógicos y extraños, mientras no conocemos sus costumbres ni entendemos del todo la relación que guardan. Eso sí, esto también nos permite conocer unos personajes originales y únicos, no solo psicológicamente. Las pocas descripciones físicas que encontraremos de ellos los alejan mucho de ser seres antropomórficos, que se mueven de manera diferente a como estamos habituados y que no parecen a nada que hayamos visto hasta ahora. /.../
Creo que repetiré lo que dije sobre Embassytown, de China Miéville: no es un libro que recomendaría, pero no por su calidad, si no porque es necesario un gran esfuerzo consciente para meterse dentro de la historia. Puede que no la recomiende, pero sí intentaré vendérsela a otros lectores, convencerlos de que el esfuerzo merece la pena, de que se metan dentro de la nave sensible de Simeón y Chaske. (Laura Huelin - Canal Nostalgia)

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-(Diez variaciones sobre el amor) Este libro le ha hecho cosquillas a mi cerebro hasta que ha explotado en una fiesta de purpurina púrpura y masa cerebral. Y por ello se merece un 10. 

Ha trastocado mi vida al hacerme pensar en los relatos, ha alterado mi prosa y mi gusto literario.
Es, sin duda, uno de los mejores libros que he leído y leeré.



Si tienes dudas de si a ti te va a gustar vuelve al primer párrafo. Si el preciosismo barroco y que los géneros de fantasía y ciencia ficción se junten no te gustan este no es un libro para ti.
No hay explicaciones con sentido. 


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-“Los reyes muertos”, de Teresa P. Mira de Echeverría. Es un texto que mezcla de forma sublime muchos géneros. Por un lado, hay un poco de ciberpunk con una pizca de surrealismo. Por otro lado, se recrean la nostalgia y los miedos de la infancia ligados al lado más oscuro de la política. Es un relato de gran belleza que encierra dentro lo más horrible. (Gema Moratalla - Libros en Vena)

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-Voy a empezar haciendo una declaración categóricamente subjetiva: Teresa Mira de Echeverría es una de mis escritoras contemporáneas de ficción favoritas. Su prosa está tan llena de texturas que es imposible no perderse en la cantidad de ideas, emociones y estímulos sensoriales que nos tira a la cara en cada cuento. Para los lectores asiduos a escritores de un estilo recargado pero no denso y en narraciones cuyo núcleo conflictivo conlleva un giro ¿Original? De una situación común y corriente, Teresa puede tomarte de la mano y combinar de una manera bastante Borgeana un sinfín de percepciones, nombres y situaciones mientras te cuenta conflictos sumamente íntimos de personajes que a veces son tan inhumanos que devienen en personas comunes. (El Negro Viglietti - Ex libris)

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-No, no voy a hablar de cada uno de los relatos. Es más, no voy siquiera a mencionarlos (aunque hay varios que me parecen de 10 para arriba). En vez de eso, voy a hablar de algo que sí que controlo, de música. Vamos a ver si me sale algo parecido a una analogía...

Los relatos de Teresa no son ni Mozart, ni Beethoven, ni siquiera Wagner. Tienden más a Shostakovich, Prokófiev o Bartok. Es decir, tal vez no sean para un público "standard", pero el que se atreva a sumergirse en ellos, como se podría decir de los compositores que he mencionado, no va a poder salir con facilidad.

Por eso no me atrevo a decir nada de ninguno de los relatos, te pueden gustar más o menos, pero es como si List tocara una obra de Rachmaninov; ver, oír, callar y aplaudir al final.
  (Arkaitz Arteaga - Origen's Reviews, GoodReads)

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Antumbra, umbra y penumbra no es una obra sencilla, como no lo es nada que haya leído de Teresa P. Mira de Echeverría. Como ya dije en mi comentario en Goodreads, tanto El tren como Diez variaciones sobre el amor (sobre todo esta última, que me dejó con un vacío existencial que me impidió leer durante bastantes días) dejaron el listón muy alto, y puede que la novelette que comento hoy no sea tan brillante, pero es igualmente necesaria y poderosa. Lo he dicho en varias ocasiones y lo repito: todo lo que escriba Mira de Echeverría merece la pena leerlo. /.../
Debéis leer a Teresa P. Mira de Echeverría. Antumbra, umbra y penumbra es una obra perfecta para introduciros en su universo, un universo literario tan poderoso que os hará sentiros minúsculas ante la oscuridad de sus futuros e insignificante ante el significado del amor como algo efímero y eterno a un mismo tiempo.

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-Conclusión, una novela corta que me ha enamorado, sobretodo gracias a los dilemas que plantea. Se normalizan aspectos en las relaciones entre los personajes que tristemente hoy en día aún no lo están. Las descripciones que la autora hace del mundo te enamoran, tratando con gran respeto y amor el mundo animal y natural. Y el final, ¡Que final! Un final que sinceramente hace que como lector te replantees todo lo que acabas de leer. Hacer especial mención a los “Trazadores”, que si conocéis la obra de H.P. Lovecraft of volará la cabeza. 

En definitiva, recomiendo encarecidamente la lectura de “El Tren”. Sin duda estaré expectante a nuevas publicaciones de Teresa P. Mira de Echeverría, una autora que me ha sorprendido mucho y que parece que tiene una chistera que no tiene fondo. (Tonet Capdevila Piro @Fixtone - Estación Niebla)

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"Terpsichore" by Teresa P. Mira de Echeverria, translated byLawrence Schimel (7736 words)


This is a strange story about possibility, about self, about exploration and destruction and service. In it, an engineer named Stephana is part of a project to explore the universe. All while not leaving the skies above St. Petersburg. To do that she is inside a ship with a vast artificial intelligence (well, artificial intelligences, really) that have been wrapped around the dead body of a boy, Piotr. And Piotr manages the experiment that will bring different Stephanas into the ship they share, different versions of Stephana from different realities, different probabilities. All in some way doomed to die because there is only one of them that can return to their reality. The rest are supposed to move on, to venture forth, but even that is complicated by what happens and, well, shit gets real, people. Shit. Gets. Real. [SPOILERS] I love the way the story explores the idea of possibilities, the idea of identity. That all these different people are the same person and are so different. Most female but not all. From the same parents but kinda sorta not. I just love how open the story is about showing how each version of the character is completely valid, that there is no lesser variant. No variant at all, really, because they are all equally so. It's a great moment to realize that this boils down to something much less speculative, that each person is no more variant than another, that everyone just is, is valid and their own person and real. It's a powerful story and one that delves into some dark and complicated waters, bringing Stephana into this strange world where everything is ending, where everything is combining, where it's hard to feel the hard edges of reality. And ultimately it's about dissolution and about seeing beyond the rather arbitrary divides we construct to Other people. It's about those things falling away and self and chance merging into something frightening but beauty. Alive with the truth that it is fear that keeps us apart, that keeps us from understanding each other, from being able to interact as true equals. An incredible read!


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No suelo prodigarme mucho últimamente en reseña, pero con este libro sin duda me apetecía hacerla. Quizás sea porque leyendo este libro me he sentido cómodo, me explico, es de esos libros que te envuelven tanto que acabas introduciéndote de lleno en el mundo que te propones sin que apenas te des cuenta. Y es que la capacidad de Teresa es sin duda la de proponerte un universo que aunque a priori lo desconoces cuando te introduces en él te suena a familiar, aunque también he de decir que quizás en mi caso venga propiciado porque uno de sus relatos en otro de sus libros, "Diez Variaciones sobre el amor", compartía el mismo universo, y si no lo era, se asemejaba bastante. Aparte, el ambiente onírico que crea la novela atrapa de principio a fin.
Pero más allá de ello, la obra goza de un gran lirismo. Las palabras te van meciendo y conduciéndote a través de la historia sin que apenas te des cuenta. Además, otra de sus grandes virtudes se halla en la gran variedad de significados que puedes sacarle más allá de la lectura superficial. Si algo  me suele gustar de una obra narrativa es que resulte poética, es decir, que cada cuál la interprete de una manera distinta o incluso la misma persona la encuentra diferente cuando la revisita.
Si a todo estos elementos le añadimos una portada magnética en un edición cuidada de la editorial Cerbero es difícil resistir la tentación de no comprarlo. 

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  • Memoria de Teresa P. : Excelente 
    • Un cuento onírico y de buena factura. Una historia clásica y bastante previsible, que respira toques que recuerdan a Dune de Frank Herbert con los Freeman y también de Crónicas Marcianas de Bradbury. En este cuento de amor eterno juega con maestría y combina como pocos temas tan fundamentales como el amor, la sexualidad y el tiempo y el destino  si fuera realmente vislumbrado como afectaría a las personas dichos destinos. Siempre me gustan estos cuentos que resumen en ellos mismos lo que podría ser una novela de 1000 páginas en una historia cerrada y sin complicaciones, al grano, repleta de posibilidades solo mencionadas para que el lector deja volar la imaginación. Me gusta mucho descubrir una frase regalada por el autor  que podría ser una mina de posibilidades y que por si misma explotaría un mundo narrativo nuevo o una historia propia. Ramas y posibilidades.  Es un presente del autor que deposita una pequeña joya en nuestras manos.  Una excelente ejecución para un excelente cuento. (Mon - Enclavepublica)

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-Most interesting of all, to me, is how much Memory makes me think about a famous novella (Death in Venice) by my favorite author of all time (the German writer Thomas Mann). Mann’s story, too, explores desire and “unconventional” love and its connections to art, memory, and death. Unlike Memory, though, Death in Venice despairs for a world in which love isn’t policed and bounded. De Echeverria’s story, in its lyrical and ultimately positive portrayal of non-binary, expansive love, seems like the answer to Death in Venice‘s question.
Memory would work wonderfully expanded into a full-length novel, since it seems so compressed in its current form (jumping ahead over years, etc.). Nonetheless, de Echeverría offers us a unique vision of human evolution- both biological and social- and she does this with lyricism and grace. (Rachel Cordasco - Speculative Fiction in Traslation)
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De todos es sabido que soy un fan de Teresa P. Mira de Echevarria, me gusta lo que escribe esta autora, es más en esta web hemos publicado un par de cuentos suyos y la novela corta Lusus Naturae. Y con este libro solo ha conseguido que nos hagamos mas fan suyos. /.../

Toda la novela es como un sueño, el planeta parece sacado directamente de éstos, los nativos del planeta tienen un toque onírico muy fuerte, al no salir nada más que en la segunda parte de la novela me parece muy acertado.

 En general es una novela corta para leer tranquilamente y disfrutarla, no se parece a nada que hayáis leído antes, salvo a las de Tera P: Mira de Echeverria :) 

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- (EL TREN) Algo que me gustaría destacar de la prosa de Teresa Mira es que es capaz de sumergirte en un mundo extraño y lleno de estructuras y situaciones difíciles de imaginar, describiéndolas con suficiente poesía pero sin excesivas florituras para hacer ese mundo cercano y comprensible para el lector. Un mundo que además resulta muy bello y realmente dan ganas de visitar o, al menos, de poder ver con los propios ojos. Además sorprende que en una historia tan corta se puedan tocar tantísimos temas como pueden ser la enfermedad, la muerte o las relaciones entre distintas culturas sin que resulte sobrecargado.
No puedo decir más que cosas buenas de esta lectura. ¡Si me duró apenas dos días! Es cierto que no es un libro muy largo y se lee muy bien, pero realmente se me hizo muy corto y lo disfruté muchísimo. Iba predispuesta a que me gustase por todo lo que prometía, pero es que realmente vi cumplidas mis expectativas. Conecté muchísimo con el estilo de la autora, poético y descriptivo, pero sin que por ello se hiciera aburrido o dejara la acción a un lado. He sentido muy cercanos a los personajes y a sus dilemas morales, y me ha encantado que el tema de las relaciones estuviera tan presente en la trama. Además, me ha encantado descubrir el mundo que Teresa Mira crea en estas páginas y cuando terminé de leer me quedé con ganas de saber más al respecto. Por todo eso lo recomiendo muchísimo. Vale mucho la pena. (Anna Roldós - La Nave Invisible)
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-A su imagen”, de Teresa P. Mira de Echeverría. Esta autora abría la antología Alucinadas, que también he reseñado en esta web, con un relato (“La Terpsícore”) que me gustó mucho. “A su imagen” está al mismo nivel. Relata la relación, en un exoplaneta, de un colono humano con una mujer de otra raza (dejémoslo ahí porque decir  más sería revelar demasiado). El cuento es intenso y va dando giros que atrapan al lector. El final, sin embargo no me ha gustado tanto pues se resuelve de forma muy rápida y me ha resultado demasiado enigmático. Lo mejor del relato es el aspecto tecnológico que muestra: una perfecta metáfora de la hipocresía de nuestra sociedad en el que manda la imagen externa de las personas. (Gema Moratalla - Libros en Vena)

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-Por esta razón, si no os importa, trataré de exponer modestamente aquellos que me atrajeron y donde encontré más interés personal. /.../
En “I’m deranged”, de Teresa Mira de Echeverría, un soldado retirado adquiere un ente artificial femenino y comienza así una relación de tintes lisérgicos, al mismo tiempo que una particular comunión consigo mismo. (José Andrés Hidalgo - ngc 3660)

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I’m deranged de Teresa Mira de Echeverría
¿Ciencia Ficción? ¿Filosofía? No lo sé, tal vez una mezcla de ambas. Un relato que se aproxima a lo que estoy leyendo últimamente y que te hace reflexionar sobre las personas desde un envoltorio de Ciencia Ficción que más que dura, es complicada. Me ha encantado.
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-Los reyes muertos, de Teresa P. Mira de Echeverría, es un relato cargado de simbolismo, en que cada elemento oculta su significado real. Una tiranía gobernada por tres reyes muertos, donde se castiga la posesión de ciertos documentos y libros, donde las desapariciones están a la orden del día, donde los niños son entregados a otros… Muy fantasioso, piensa el narrador cuando el «abuelo» le entrega la burbuja que encierra esa historia. Otra más entre sus cuentos de brujas y relatos de miedo. Así que, más preocupado por mostrar las marcas de sus ropas, sus bebidas y complementos, no va a dar demasiado crédito a lo que la burbuja encierra. Pero quizá debiera haberlo hecho. La realidad convertida en dolorosa fantasía, los fantasmas del pasado intentados exorcizar mediante un brillante ejercicio literario, un tema doloroso que todavía busca respuestas. (Santiago Ga Soláns - Sagacomic-Lothlórien)

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-Diez variaciones sobre el amor es una creación impactante sobre el amor y sus distintas dimensiones, es un nuevo territorio hacia diez oportunidades de descubrir el amor y de descubrirnos a nosotros mismos. La tremenda imaginación de la autora se desborda en cada relato, en cada línea incluso, proponiendo varias inmersiones en un concepto tan antiguo y poderoso como es el amor. Los diez relatos nos harán ir y volver desde la ciencia ficción pura, pasando por lo híbrido entre lo futurista y lo New Weird, el intimismo o la búsqueda de la identidad. Así, la novela breve y el relato se dan la mano en este compendio barroco, preciosista, bello, explosivo, donde quien lee acaba siendo víctima del éxtasis creador y, a su vez, parte indispensable de la propia obra.
Relaciones intersexuales o inter-especie, amor entre clones, criaturas alienígenas, relaciones familiares… los extraños caminos del amor expresados en términos sutiles o extremos, extraños, incómodos, inmersivos. De hecho, los diez relatos de la antología son tan distintos entre sí que no puedo hablar de ellos sin hacerlo de forma individual. /.../  
En conclusiónDiez variaciones sobre el amor es poesía hecha relatos. Una mezcla de ciencia ficción y amor a la que su autora ha sabido imbuirle magia en cada línea que nos ha regalado. Dentro de los diez cuentos se respiran contextos amorosos de todo tipo: auto-amor, amor entre clones, amor entre especies, entre seres híbridos y humanoides, ilusión amorosa… Y mucho más. Pero, a parte de abordar temas muy difíciles de encontrar en la literatura de cualquier época y que a la vez demuestran una imaginación tremenda de su autora, Teresa nos desborda con un sencillo mensaje que llena toda la obra y que nos hace sentirnos identificados: la inevitable complejidad del amor. El amor siempre es difícil, y con metáforas muy potentes y, en su mayoría mágicas y futuristas, los relatos de Teresa P. Mira de Echeverría nos lo enseñan en esta antología. Si prestamos atención a la obra, además, y abrimos nuestra mente mientras paseamos por unas historias que son en ocasiones más o menos complejas, pero siempre de una calidad narrativa y de un detallismo destacables, extrapolaremos a la vida real y a nuestro tiempo lo que describen sus líneas, todas ellas simbólicas. Una joya de la literatura de ciencia ficción de habla hispana. Un viaje necesario para cualquier lector dispuesto a dejarse fundir por el estilo barroco, la fantasía, la ciencia ficción y la experimentación literaria.
Valoración: Imprescindible
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Pues, eso... gracias de todas las maneras que puedan imaginarse por todo el bien que me hacen como escritora y como ser humano, y por el bien que hacen por tantos y tantos esxritorxs.





jueves, 31 de mayo de 2018

Cómo ser un auténtico mago... ¿De Blog a Diario de Reflexiones?




Quizás...
Bueno, en el fondo, un blog de escritor es eso; a menos que sea sólo un blog profesional o un medio de propaganda. 
Okis, hagamos de todo un poco. Entonces...

Los que no están familiarizados con la maravillosa serie The Magicians (basada libremente en la trilogía de Lev Grossman), con todo su perfecto cinismo y su inmensa profundidad, espero que capten esta idea igual... Sino, véanla, se van a sorprender...

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Básicamente, más allá de la magia y la crítica a los libros moralistas de fantasía y a la visión ingenua de la vida, etc., la serie trabaja una idea:

"we are all fucked in our own way..." pero eso no es excusa de NADA.

En uno de los más recientes capítulos de la tercera temporada, los miembros de este grupo heterogéneo de gente que, como toda gente, por momentos parece coincidir y por momentos parece querer salvarse a costa de lo que sea; se ve obligado por fin a actuar como un todo. No como un grupo, sino como un cuerpo, como seres que se aman y no que simplemente se toleran. Se ven obligados, en el peor instante de cada una de sus vidas, a pensar en los demás antes que en sus propias salvaciones... obviamente sabemos cuál es el mensaje: justamente, esa es la única manera de salvarse, o sea, tendiendo una mano al otro. 
Algo llamado más o menos "amor".

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"...'Cause love's such an old fashioned word...

Y en ese punto... ¡Exacto! El capítulo, como está de moda últimamente, se convierte en un número musical.
Pero esta vez la elección casi superficial genera un efecto sorprendente, porque no podrían haber elegido un mejor tema para un episodio tan complejo como Under Pressure. Y con la bendición de un hermoso David Bowie desde el póster de A Reality Tour.

Y entonces, mientras miraba ese cover a veces excelente, a veces bien y a veces mediocremente cantado, pero que en conjunto queda estupendo; me di cuenta que estaba llorando.
Pero llorando en serio. "A moco tendido" como suele decirse. Nada de una lágrima cayendo, como novela rosa. Llanto de verdad, incluso me escuché sollozar como hacía mucho que no lo lograba. Tenía miedo que un vecino viniese a ver qué me pasaba.
Poco a poco fui cayendo en la cuenta de qué cosa me había emocionado tanto y quedé sorprendida. Lo que me había tocado hasta la médula era esa idea de la posibilidad de una amistad verdadera capaz de existir entre gente muy pero MUY imperfecta. 
Como todos nosotros. Como yo.


Crecí en una isla... No en una isla claro, pero cada vez me doy más cuenta que era una "isla" en lo más esencial de la palabra.
Desde chica, gracias a Olga y Héctor (mis padres), el amor y la ayuda mutua eran lo central.
El conocimiento, el arte, la solidaridad, los ideales defendidos a toda costa... Todo eso era el pan de cada día.
Y yo no era tampoco una persona que saliese mucho de casa. Más bien era la clásica ermitaña medio nerd, medio geek, "ratón de biblioteca" (en esa época soñar era más que suficiente..).

Cuando puse un pie en el mundo (o, más bien, cuando el mundo vino a golpear mi puerta hasta tirarla abajo) me dí de bruces con la realidad, como dicen los escritores versados, y me pegué el porrazo de mi vida. Un golpe cuyo cimbronazo todavía hace que me castañetee la quijada aún hoy.
Salí afuera del modo más ingenuo posible y recibí lo obvio. Porque cuando uno se entrega totalmente a un desconocido esperando que el otro retribuya en la misma medida, o se acierta con un milagro o las fuerzas de torsión te hacen pequeños pedazos... 
Bien, fueron pequeños pedazos los que tardé años en reconstruir. Incluso cuando me armaba, alguien se aprovechaba de mi antigua experiencia para darme donde más me dolía. Me sentía alguien muy especial: el blanco perfecto de los manipuladores. O sea, una pel*tuda.
Personas indignas de mi cariño de tan oscuras que eran (no sabía que podía haberlas, no podía creerlo); personas tan dañadas o lastimadas que reaccionaban como animales acorralados, a los zarpazos; personas acostumbradas a tomar y engañar y rapiñar, como un personaje de Dickens, tratando de sobrevivir sin importarle a quien pisaban por el camino o a quien usaban; personas que te juraban en falso lo que vos prometías en serio y te dejaban justo en la estocada; gente incomprensible que cuando intenté ser yo misma y darme a conocer o simplemente ofrecer mi punto de vista, me acusaron de "divismo" sin darme opción a defensa alguna; falsos maestros que robaban mi magro tesoro mientras me vendían por años oropeles sin valor... Todo eso y más.

Pero también me di cuenta de mi inmenso error.
De todo lo que yo había hecho mal.
De que mi mapa desactualizado debía ser modificado, simplemente porque mi mundo había cambiado hacía mucho tiempo ya.

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..."Toto, creo que ya no estamos en Kansas"...

(pero tampoco en Oz)

"So goodbye yellow brick road
Where the dogs of society howl /.../
Oh I've finally decided my future lies
Beyond the yellow brick road"
(gracias, Elton John)

Yo estaba poniendo mi amor propio en manos de otros. Y esperaba injustamente que ellos hicieran lo mismo. 
No entendía que ese vaciarse el uno en el otro, sin red de seguridad y totalmente gratuito, sólo sucede en contadas ocasiones. Y que se llama AMOR con mayúsculas.
Y esa ocasión llegó. Mi Guille. El único que dio la talla y la superó, y lo sigue haciendo.

¿Y los amigos?
Ahí empezó el milagro... Sin darme cuenta, un día (hoy, más precisamente) percibí que estaba llorando porque escuchaba Under Pressure cantado por un grupo de magos que han perdido su magia, que tienen problemas de vida o muerte que los absorben en sí mismos, que tienen talentos maravillosos y mezquindades evidente, pero que por un momento fueron capaces de dejarse un segundo a un lado a sí mismos para pensar en el otro... Y en un bien mayor...

Y me di cuenta que lloraba porque, de a poco, había empezado a reconciliarme conmigo mismx, a quererme sin esperar que otro lo hiciera primero, a quererme porque sí, porque existo, porque lo merezco como todos los demás; y porque me di cuenta que más allá de todas mis jodidas cosas y problemas, había gente que estaba dispuesta a dejar de lado sus jodidas cosas y problemas, y a quererme, ayudarme, apoyarme, sonreírme a su modo, como le sale, sin que yo haya hecho nada por merecerlo... porque sí... porque son valiosas...

Creo que me di cuenta que la amistad no es ese ideal de película ochentosa, con chicos que pasan un verano que transforma sus vidas, o esa propaganda mediocre donde un grupo de adultos se juntan a tomar una cerveza por los viejos tiempos. 
La amistad es algo mil veces más profundo que todo eso, es MAGIA en el más milagroso y alquímico sentido, y depende exclusivamente de una cosa: tu crecimiento personal. 
Porque es algo que no se entiende, se da o se percibe sino hasta que uno empieza a madurar. Pero a madurar de verdad.


Viendo este video supe, sin lugar a dudas, que tenía más amigos de los que pensaba, sólo que no me animaba a verlos. Que incluso yo era uno de esos amigxs.
Y que muchos habían estado ahí, detrás de los mascarones de proa de la hipocrecía ajena, esperando en silencio a que yo los reconociera; o que habían surgido de pronto, de la nada, como un gratuito rayo de sol entre las nubes. 
Ahí están, con sus grandezas y problemas, lejanías trasatlánticas o mesoamericanas y sus cercanías de café y risas en la mesa del comedor, con sus silencios y sus propias formas de expresarse, con sus muchos meses sin contactarnos o su compañía constante... pero que al fin... DE UNA BUENA VEZ... hacía mucho tiempo que ya no estaba sola...

Y que podía ser yo. No porque no me juzgasen, sino porque eso es lo de menos. Porque sin el otro no hay realización y sin uno mismo, tampoco. 
Gracias por mostrarme todas las caras que puedo tener en el espejo de sus mónadas (a lo Leibniz).
Ahora me es más fácil reconocerme.
Ahora me es más fácil escribir.
Ahora me es más fácil mostrarme sin miedo y ser plenamente libre.

Gracias, amigxs.



(No sé realmente si a alguien le interese esto. El que lo leyó y llegó hasta aquí y dijo "WTF?", lo siento. El que sacó alguna conclusión propia ajena a todo lo mío, BRAVO. El que sabe que es mi amigo... gracias. ¿Por qué hacer público esto? Bueno, quizás porque ya es hora de que deje de estar dentro de la ostra y salga afuera. La vida está tanto afuera como adentro y no pienso vivirla a medias.)


martes, 27 de febrero de 2018

Primera Entrevista del Año O De Cómo Una Buena Entrevista Te Obliga A Pensar Y Repensar...


Tengo tanto que agradecer a  Gyra Dumasta (y también a su hermana, Vaimö Býflugudóttir ) por esta fabulosa entrevista que me obligó a pensar y repensar muchas cosas... GRACIAS, CHICAS.


Un año de autoras. Teresa P. Mira de Echeverría


Bienvenides al segundo post de la iniEcheveva Un año de Autoras.
Tarde, mal y a rastras, como siempre, pero no me lo tengáis en cuenta, sapiencines, por favor, que he tenido uno de los peores meses de mi vida y no es exageración.
¡Pero no nos detengamos en mis problemas! Que eso no es de interés. Más vale tarde que nunca y aquí está, antes de que acabe el mes de febrero
¡conseguido!
la autora de este mes

Teresa P. Mira de Echeverría

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Nacida en Argentina en 1971 y es doctora en Filosofía, pero como todes les que me leéis sabéis que soy una desgracia escribiendo BIO y además me gusta dejar links
que hay que fomentar el movimiento internáutico 
pues clickais ahí arriba. Ahí donde pone BIO. O en esta otra. Y vais directos a la biografía de ella misma en su blog.
He tenido el maravilloso placer de leer, entre otros, un relato suyo llamado Máquina de mi alma, una preciosidad, que podéis encontrar en esta antología
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Ya os aseguro que disfrutaréis de una manera profunda, no solo de lo que narra, sino de cómo lo narra, que es la razón por la que he decidido incluirla en este Mujeres ArtistasUn año de Autoras en la Literatura Sensorial.
Y es que la manera de narrar de Teresa es una pura delicia. Tiene un arte fantástico para, con una sola palabra o un pequeño párrafo, describir de tal modo lo que narra, que es posible ver, sentir, saber sobre el personaje o el lugar, no solo cómo es sino cómo se percibe. Es a lo que yo llamo literatura visual, pero también sensorial, porque no solo te ofrece una imagen clara su narración
igual que ver un cuadro
sino que provoca sentimientos, sensaciones e ideas. Es puro arte.
Sin embargo, ¿quién mejor que la propia autora para explicarnos cosas sobre ella y su obra? Ayer tuve la también inmensa suerte de hablar con ella un rato, hacerle algunas preguntas y conocerla un poco más de lo que sus textos me habían dejado hacerlo. Os transcribo la “entrevista” directamente
aunque no esperéis gran cosa, que no soy periodista ni nada 
No seáis muy dures conmigo que yo sé que no le hago justicia con ella, aunque tenía a mi sissy Vaimö ayudándome. Os animo a leerla, que voy directa al grano saltándome saludos y demás, porque soy yo así y punto, sacar vuestras propias conclusiones y explorar sus textos
bajo la entrevista os dejaré los links a dónde conseguir algunas de sus obras.

Charla con Teresa P. Mira de Echeverría


Writiria.  Primero de todo, entonces, sería interesante saber la perspectiva desde Argentina. esta es una iniciativa para visibilizar autoras de género, ¿podrías ubicarnos, antes de entrar a cosas más de tu trabajo, sobre el panorama en ese respecto por allá? ¿Existen iniciativas como esta?

¿Cómo está el panorama de literatura de género escrita por mujeres?
Teresa.  Se inserta dentro del panorama de la literatura de Ciencia Ficción y Fantasía en general.
Y en general, el panorama es un tanto complicado.
En primera instancia, hay muchos escritorxs, pero no hay grandes editoriales que trabajen lo géneros. Sí existen editoriales pequeñas, que trabajan al borde de la autoedición. Tiradas de pocos ejemplares, problemas de llegada a los grandes centros de distribución, etc. Es decir, un proceso casi artesanal.
En Argentina hemos tenido y tenemos grandes exponentes de la literatura escrita por mujeres (e igual que en el resto del mundo, no son mayoría). Pero se destacan dos grandesAngélica Gorodischer (en el terreno de la Ciencia Ficción y un fase de lo Fantástico muy propio de estos lugares, casi borgeano) y Liliana Bodoc, recientemente fallecida, que llevó la fantasía estilo Tolkien a lo vernáculo y mucho más que eso, a lo auténticamente americano. Ambas autoras vinculadas de una u otra manera con Ursula Le Guin.
Tras esas huellas hay muchas escritoras. Pero la posibilidad de darse a conocer a gran escala o incluso de ser publicadas es muy pequeña.
 W.  Sin embargo, en España se te conoce como una autora de temáticas originales y prosa casi poética. ¿Crees que te desmarcas o que la originalidad viene por lo poco que conocemos de tus influencias?
T.  En mi caso, he publicado más en España y Estados Unidos, que en Argentina.
Mis influencias son más clásicas de lo que parecen.
W. Ilústranos al respecto.
T.  Estoy fuertemente influenciada por autores de la New Wave norteamericana e inglesa. Tal vez por mis lecturas primeras de Ciencia Ficción.
Por ejemplo, Frank Herbert, Philip Dick, Joanna Russ, Octavia Butler, Samuel Delany, Roger Zelazny, Theodore Sturgeon, Philip José Farmer…  La influencia de mi país pasa más por autores como Leopoldo Marechal que unía lo mítico a lo preciosista del relato, dentro de un marco social.
Y finalmente, el gusto por lo barroco y lo existencial que me dejaron mis lecturas de niñez… Dostoievsky, Kafka, Victor Hugo, Dickens… Y la poesía de Lorca o Rilke, por ejemplo.

(Digo de niñez porque leí a los clásicos de muy chica, al revés…)
Pero la experimentación, tanto con el contenido como la forma de la narración, es lo que más me atrapó de la New Wave. Y aún me atrapa.

W.  En tus obras hay un fuerte elemento de búsqueda de la identidad a través de las emociones. ¿Es premeditado? ¿Buscas remover conciencias?
T.  Creo que escribo lo que querría leer… Pero también creo que escribo lo que necesito leer… Lo que quiero decir es: escribo, el última instancia, con un único lector en vista, que soy yo (porque no puedo ni imaginarme quién podría leerme) e intento saber si eso que yo escribo-leo también puede ser importante para otras personas. Busco removerme a mí. La literatura siempre fue un instrumento de libertad para mí, y escribir es mi manera de ser libre. De ser yo. Me sorprende mucho cuando a otra persona le llega lo que yo escribo. En serio… me emociona increíblemente. De pronto es la constatación de que no estoy sola. De que hay mundo. De que es posible comunicarme.
W. Eso es sorprendente, en especial, porque si me parece que encajas en la narrativa sensorial es porque logras comunicar con muy poco, por el modo en que narras. De ello quiero preguntarte ahora, dame un instante que busco un pasaje de ejemplo 🙂
T.  Ok
W.  Por ejemplo, en Máquina de mi alma, que de momento es mi favorito, dices “Techduinn estaba demasiado acostumbrado a hablar por medio de otros como para no notar todos esos matices de interacción y recordar tenerlos en cuenta en futuras ocasiones…” complementa “con lentos y exquisitos movimientos, más propios de un danzarín o un guerrero, el hombre apoyó su rodilla sobre las tablas de la cubierta del barco y extendió sus brazos. Una densa niebla negra se elevó desde estas y comenzó a arrastrase como un animal enjaulado estableciendo un perímetro alrededor del chico y de él. La niebla creció y se alzó hasta ocultarlos de las miradas, los oídos e incluso la conciencia del resto de pasajeros”. Este pasaje es como un cuadro. Puedes verlo, puedes sentirlo, puedes ver por sus ojos, saber su poder… No hay nada explicado, son 4 detalles, en vez de explicaciones largas como en sci fi y en fantasía tradicionales. Me explico; primero dices que el tipo es elegante y delicado, hace pensar en un felino elegante y poderoso y luego… es un animal enjaulado; los has convertido en el león del zoo.
¿Puedes explicar algo más de ese estilo narrativo tan propio? Es un ejemplo EXACTO de la clase de literatura a la que llamo Literatura Sensorial.
T.  Entiendo. Bueno, quizás tenga que ver con dos cosas, un verdadero fantasma que me aqueja desde la juventud y mi forma de escribir.
El fantasma es: la imposibilidad de comunicarse al cien por ciento con otra persona. Es decir. Uno puede estar junto a alguien con quien empatiza a la perfección, ver el mismo atardecer, ambos sentir lo sublime del momento, pero… en el fondo nunca experimentará uno lo que experimenta el otro… Hay una última capa de incomunicabilidad que nos define como humanos. Y la lucha contra esa incomunicabilidad (perdida o no) es uno de los factores que impulsan el arte. Así que que intento dar herramientas para que el lector vea lo que yo nunca voy a ver. Y que él lo haga a través de lo que yo he visto y él nunca verá.
Lo otro es cómo escribo. Pues mi formación es tan cerebral y abstracta, que sí, escribo desde los sentidos. Primero desde el olor. El más primitivo y el primero que me surge. Un aroma es un mundo. Así empiezo. Luego coloresimágenes sueltas. El tacto queda en los detalles, necesito ver los detalles y también palparlos. Si acaso hasta degustarlos. Finalmente, la música se vuelve imprescindible y, con ella, los sonidos del universo que fue naciendo. Entonces coloco una palabra abstracta o un concepto o cualquier cosa que aparezca y hago que juegue en ese mundo. Intento encarnarlos.
La propia prosa me interesa, que la palabra sea tan importante en cómo dice algo que en lo que dice.
W. Tal como me lo planteas, diría que el hecho de que escribas desde lo que sientes y que te fijes en el cómo de las palabras es la clave.
T.   Sí, intento “estar ahí”. Presente. Vivir en el mundo que creé y luego intentar narrarlo. Tal como lo siento. Y jugar con las palabras como con algo familiar e íntimo. Yo expuesta a quien quiera conocerme.
Después de todo, cada paisaje soy yo.
W. Y los personajes?
T.  Nacen de un gesto o una mirada suelta, luego buscan carne, finalmente adquieren voz. Primero son acción, luego personaje. La encarnación de una idea… o un conflicto…
W.  Y esas ideas y conflictos, ¿son propios, ajenos…? ¿de dónde salen? ¿cuál es la llama inicial?
T.   Trabajo casi automáticamente… Una palabra o una imagen detonan la necesidad de ser escritos…Al ser tan automáticos, obviamente son terriblemente inconscientes. Así que estoy segura que, cuando termine de escribir el cuento o la novela, sabré más de mí misma.
Yo, gritándome.
W.  Casi suenas como una vidente, una transcriptora de la historia en vez de creadora, una médium que descubre el mensaje después de haberlo plasmado.
T.   En muchos casos me suena a eso. Sí. La historia escribiéndose a través del escritor. Como el mito narrándose a sí mismo a través del hombre… Quizá, tanto trabajar con símbolos, me dejé llevar. Y me gusta. Nunca sé a dónde va una historia cuando la empiezo.
W. Entonces, ¿tu formación académica influye en tu narración también? Si lo hace ¿en qué sentido?
T.   Bien… Mis años de astronomía (carrera que empecé y no terminé) me siguen inspirando… Pero la filosofía me influye desde los problemas límite. O sea… Para mí la ciencia ficción es filosofía en práctica. Trata de los límites de todo e intenta ir más allá Dick, Lem, Le Guin, Sturgeon… Filosofan
No me había dado cuenta de ello hasta que comprendí que los problemas existenciales se colaban en mis escritos. Otra vez, inconscientemente.
W.   Hablando de eso. Yo solo he leído, 10 variaciones, el tren y la máquina de mi alma, no he tenido tiempo de más. Pero he notado temas transversales como el amor, el autoconocimiento, la identidad, la aceptación del otro sin condiciones (la eliminación de la Otredad, si prefieres). Son estos los problemas existenciales a los que te refieres? están presentes también en tus demás obras? Y, si lo están, ¿hay algún motivo para ello, para priorizarlos sobre otras cuestiones?
T.   Sí, definitivamente. Todos están interconectados.
Primero no creo que intente (tal vez no me salga del todo bien, pero trato) eliminar la otredad sino comulgar con ella y poder acercarla sin perder su carácter de otro…
Lo Otro es innegable y no querría que desapareciese, es parte de la conformación del individuo.
W.  Es un ejercicio de empatía extrema.
T.   Y el individuo se ahogaría si sólo fuera un “otro” para los demás. Exacto. De ahí el amor, como fuerza suprema de conexión. La más sublime porque es la más libre. Tan libre, que parece inexorable. Casi una autocontradicción
Marechal decía en un poema algo así como “terrible 2 de los que quieren ser 1”. Yo quiero sostener ese 2. O 3 o 5 o 1000. Y comunicarlos a pesar de ello. O gracias a ello. Porque no hay comunicación sin multiplicidad. La diferencia hace la comunicación. Y yo diría bendito 2 y bendito infinito. Estar con el otro hasta que la piel se funde y aún así, no dejar de ser yo. Casi que me suena a la Fusión sin confusión de la mística cristiana, jeje.
Amo el sí y no. La lógica ternaria.
W.   Bueno, eso no sé lo que es (lo de la mística cristiana) pero tu discurso es conmovedor y no podría estar más de acuerdo.
T.   Años de teología… jaja
W.   Uf…. No quiero ni pensarlo, me agota solo hacerlo! XD Decías que todas tus historias están interconectadas ¿En qué sentido?
T.  Bueno, creo que son variaciones de un mismo tema. Eso lo descubrieron mis amigos escritores de argentina. Yo ni me había dado cuenta.
W.   ¿Podrías desarrollar?
T.   Eso de lo que hablábamos antes. Amor en todas sus formas como modo de romper y respetar la otredad del otro. Vincular pero también cuidar. Amo al otro por lo que es, no querría que dejara de serlo. Y amor en mi ideal es algo muy MUY amplio.
W.  Es una temática fascinante e inagotable, entonces.
T.   Desde mi punto de vista, sí. Tiene tantos escorzos como ideas, personas, etc. Por eso el amor es imposible de encadenar a una tipología, o a un ideal cultural, o sesgo. Es libertad, casi su sinónimo. Realización propia en, con y gracias a otros.
W.  Hay quién diría que es una utopía.
T.   Sí. Pero las utopías son imprescindibles. Sin ellas no habría horizonte o dirección hacia donde caminar. Si se plasman suelen ser terribles (porque adquirirían un punto de vista) y se convierten en lo opuesto, pero como ideales, son el faro que permite que cada ser humano sueñe y cree si propia identidad.
El amor perfecto no existe. Y gracias por ello.
La imperfección no es sinónimo de mal o de error.
W.  ¿De qué entonces?
T.   De variedad.  De no-unificación. De movimiento. De mutación
Perfecto es lo acabado, completo. El Todo, El infinito
Imperfecto es lo que está en vías de…
Lo que se mueve entre extremos…
La Nada y el Todo
Más que una inexistencia
Menos que la Totalidad
Y sí, es dolorosa.
W.  Dado que todo eso se infiere en tus escritos, no es sorprendente que fascinen; no es lo que nos enseñan a pensar, pero es lo que en el fondo, todos intuimos (o deberíamos).
¿Los relatos de las antologías anglosajonas los traduces tú o tienes traductés? ¿O escribes en inglés directamente?
T.  No, escribo solo en castellano.
Tengo la suerte de que me haya traducido un talentosísimo escritor y traductor: Lawrence Schimel
Es un ser humano extraordinario
Le debo mucho. Él es una de esas personas generosas que son capaces de mover cielo y tierra por vos cuando aún no te conocen porque creen en lo que hacés.
Eso hizo él.
Yo lo considero mi amigo. Pero es mi ángel de la guarda.
W.  Me está gustando la charla, pero se hace tarde aquí ¿Te importa que acabe con tres cuestiones rápidas?
T.   Te entiendo perfectamente. Adelante.
W.  Bueno, primero, para quien no te ha leído nunca, ¿Qué les recomendarías leer? ¿Por dónde empezar con tu obra?
T.  Por Diez variaciones sobre el amor. Y dentro de ella, por “La poética de las sirenas” o por “Pterhumano”. Memoria es otro buen comienzo…
W.  La segunda, a todas esas mujeres que no se atreven a escribir, que se coartan a sí mismas a la hora de mover sus manuscritos o de mostrarse como son en ellos precisamente por ser mujeres y ser un mercado dominado por hombres ¿tienes algo que decirles? ¿Algún consejo para ellas?
T.   Ok. Bueno, no sé si un consejo pero algo que aprendí. Dudé al principio como todas si ponerme un seudónimo masculino o sólo las iniciales… Luego decidí ser yo.
Y es que si sos escritora. Si es tu vocación de vida. Eso es lo que sos. Y en este mundo lo único que uno puede hacer bien es SER. Así que, a la miércoles con todos los palos en la rueda: SEAN
Escribir, para mí, es existir. Así que, sólo puedo existir siendo yo.
W.   Es un consejo más allá de la escritura, me gusta. Puedes terminar diciendo lo que quieras y, si puedes, hablándonos un poco de tus proyectos futuros/inmediatos…
T.  Gracias a vos, primero por esta entrevista. Muchas gracias. Sufrí mucho y soy agradecida cuando aparece gente generosa.
Proyectos…
Hay tres antologías anglosajonas que van a salir con cuentos míos en ellas y una novela corta en España (Cerbero). .Pero además está lo que hago y todavía no sé adonde irá
En ese rubro hay una docena de cuentos y un par de novelas terminadas y otras cinco en proceso de escritura (trabajo en paralelo).
W.  ¡Qué prolífica!
T.   Tengo que abrir un abanico o no puedo trabajar, jaja.
Una Addenda… En los proyectos que me preguntaste hay dos que no puedo dejar de nombrar: La antología Ectogénesis, dirigido por Lola Robles, que lleva un cuento mío. Y el otro es Infiltradas con la gran Cristina Jurado, que incluirá un artículo mío.
Y hasta aquí puedo leer, que dicen las malas lenguas. Podéis ver que en la entrevista hay un par de links a sus obras, donde habla de cuáles recomienda para empezar. Así que ya sabéis, humanites, todo el mundo a leer, que es fantástica. Yo, como lectora, la recomiendo fervientemente.
Recordad que también podéis entrar en su BLOG y echar un ojo, que seguro  no os arrepentiréis.
Desde Writiria te digo muchas gracias, Teresa, por la entrevista y por esa literatura tan hermosa que compartes con nosotres.
Ya, para terminar, os dejo también los links del resto de blogueros apuntados a la iniciativa, justo debajo de la despedida.
¡Saludos de jueves tardío (que eso es un viernes, que lo sepáis), sapiencines!