Todos los años, desde que hago el blog (no muchos, por cierto) planteo una bisagra entre años.
No es ni una revisión de los hechos sucedidos en el año, ni un lista de deseos para el siguiente.
Es algo así como determinar qué Leitmotiv, o sistema simbólico va a actuar como mapa para lo que está por venir...
"Point of Creation" - Mira Nedyalkova |
Es algo así como determinar qué Leitmotiv, o sistema simbólico va a actuar como mapa para lo que está por venir...
-Entre el 2014 y el 2015, propuse no dejar de hablar de los supuestos "temas superados" y, con Tom Petty cantando, proclamé "I Won't Back Down"... "No voy a retroceder".
-Entre el 2015 y el 2016, me recordé cuál era mi propósito, basándome en mi héroe Philip K. Dick: "Mi trabajo es crear universos", ser escritora, y publiqué un artículo mío.
Ahora, en el paso 2016 a 2017, y como si fueran capas; estas visiones que se van apoyando unas sobre otras, generan una nueva: que es la síntesis de las anteriores (es decir, que las contienen y las expanden)...
Pensando en esta bisagra, recordé una película basada en un cuento del mismo Ph. K. Dick: "We Can Remember It for You Wholesale" en la que se basaron muuuuuuy libremente dos películas: Total Recall (la del director Paul Verhoeven, de 1990, y la de Len Wiseman, del 2012).
Bueno, la segunda es la que me interesa...
NUEVO LEITMOTIV... La memoria (como mi historia) es una construcción; nos influye pero no nos determina. Al contrario, nosotros siempre estamos reconstruyendo nuestros recuerdos. Y, como los estamos reconstruyendo todo el tiempo, NOS estamos reconstruyendo todo el tiempo. ¡Y eso es FABULOSO!
Algo muy importante: el personaje siempre está soñando otros horizontes, desea otras cosas diferentes a las lo rodean, quiere ser más. No ser superior a otros, sino superarse. Y en cierta forma, todo se detona cuando se decide a hacerlo (aunque sea de la forma más "segura" posible).
En el cuento y en las películas, se produce un gran cambio en el personaje cuando su memoria es cambiado por completo (en la nueva película, el tren que atraviesa el centro de la Tierra y lo lleva de su hogar humilde hasta, literalmente las antípodas opulentas, donde trabaja; constituye un símbolo perfecto)... pero aún así, algo permanece en él.
Es como si al cambiar las experiencias y recuerdos de ese ser humano (y, por ende, cambiar su persona completa), en lugar de hacer salir a la luz su calidad de "constructo", fruto de la historia, las circunstancias y la sociedad; consiguieran lo opuesto: depurar todo lo accesorio y dejar expuesto el núcleo de quién es verdaderamente y, sobre todo, DE QUIEN QUIERE SER.
En el cuento y en las películas, se produce un gran cambio en el personaje cuando su memoria es cambiado por completo (en la nueva película, el tren que atraviesa el centro de la Tierra y lo lleva de su hogar humilde hasta, literalmente las antípodas opulentas, donde trabaja; constituye un símbolo perfecto)... pero aún así, algo permanece en él.
Es como si al cambiar las experiencias y recuerdos de ese ser humano (y, por ende, cambiar su persona completa), en lugar de hacer salir a la luz su calidad de "constructo", fruto de la historia, las circunstancias y la sociedad; consiguieran lo opuesto: depurar todo lo accesorio y dejar expuesto el núcleo de quién es verdaderamente y, sobre todo, DE QUIEN QUIERE SER.
DE QUIEN ELIGE SER.
Y he ahí el nuevo leitmotiv... reconstruirme una y otra vez, en lo que escribo y en lo que soy (que son mi núcleo firme).
Rehacerme, una y otra vez. No quedarme en lo cómodo, experimentar.
Fluir hacia todas las posibilidades: como si fuera mujer, varón, local, foránea, yo, mis otras versiones más claras y más oscuras, más humildes y más desvergonzadas, más simples y más complejas, (como van a ver en el video: Colin Farrel e Ethan Hawke)...
Hasta lograr elegirme...
"Yo", sin egos inflados, pero sin importarme lo que los demás quieran construir de mí.
Una escena que siempre me gustó es ésta.
"El claro de Luna" y el tercer movimiento de "La tempestad" de Beethoven, tocadas al ritmo que el protagonista quiere/puede, fruto de una habilidad que no recordaba que tenía, pero capaz de crear una nueva esencia en él, conforme a lo que elija ser...
Es impagable y conmovedor el momento donde el protagonista se da cuenta que puede hacer algo que ignoraba que podía... Observen la maravilla del rostro del brillante Colin Farrel al darse cuenta que es capaz de tocar el piano sin recordar, si saber, que podía... GOZO PURO...
Y luego, al intercambiar la tecla establecida (la tecla que está en el piano) por la que lleva consigo (y que no sabía aún qué cosa era): es decir, al cambiarla por su propia tecla, su propia llave, su propia clave personal... no sólo logra armar la melodía completa, sino que descubre un mensaje cifrado de sí mismo... él con otro rostro (el genio de Ethan Hawke)... O sea: se descubre.
Bueno... ahora es el turno de escribir (sin retroceder y creando nuevos universos. Reafirmando LO QUE SOY: ESCRITORA). Escribir esas historias que se supone que uno no sabe que ya tiene adentro, y que puede y debe plasmar en cuentos y novelas... ¡Y hacerlas nacer!
"El claro de Luna" y el tercer movimiento de "La tempestad" de Beethoven, tocadas al ritmo que el protagonista quiere/puede, fruto de una habilidad que no recordaba que tenía, pero capaz de crear una nueva esencia en él, conforme a lo que elija ser...
El corte del director, Len Wiseman, de Total Recall (versión 2012)
Es impagable y conmovedor el momento donde el protagonista se da cuenta que puede hacer algo que ignoraba que podía... Observen la maravilla del rostro del brillante Colin Farrel al darse cuenta que es capaz de tocar el piano sin recordar, si saber, que podía... GOZO PURO...
Y luego, al intercambiar la tecla establecida (la tecla que está en el piano) por la que lleva consigo (y que no sabía aún qué cosa era): es decir, al cambiarla por su propia tecla, su propia llave, su propia clave personal... no sólo logra armar la melodía completa, sino que descubre un mensaje cifrado de sí mismo... él con otro rostro (el genio de Ethan Hawke)... O sea: se descubre.
Bueno... ahora es el turno de escribir (sin retroceder y creando nuevos universos. Reafirmando LO QUE SOY: ESCRITORA). Escribir esas historias que se supone que uno no sabe que ya tiene adentro, y que puede y debe plasmar en cuentos y novelas... ¡Y hacerlas nacer!
Sigue, sigue, los demás intentamos aprender de ti.
ResponderBorrarUh, cuando dijiste " Fluir hacia todas las posibilidades: ..." no pude evitar recordar tu cuento "La terpsícore". Se ve que ya estabas trabajndo en esto.
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