domingo, 13 de diciembre de 2020

Propósito 2021: Respetar mi propia identidad (yo, lx primerx)

    Como todxs, he cometido muchos errores, pero hay uno que es el principal y que, creo yo, debo enmendar. O, mejor aún, debo tomar como propósito de año nuevo... respetar mi propia identidad.


   GÉNERO FLUIDO QUEER   

   Por inercia, por ser algo relativamente nuevo en mi vida (aunque llevo ya más de diez años de "salida del armario") o por no entrar en polémica, no he aclarado lo suficiente mi identidad de género. 

   No soy "mujer", no me siento identificada con ese género como identidad única, mi identidad de género es "fluida" o "genderfluid" (también acepto ser llamadx queer dentro de un marco teórico filosófico como el de Judith Butler, por ejemplo, que tiene en cuenta la capacidad subversiva de un acto performativo).

   No es algo que todxs conozcan o de lo que tengan idea, pero es quien soy. Y como éste es un género no binario lo primero que voy a hacer es dejar claro mis pronombres.

   Pues bien, mis pronombres son cualquiera... pero algunos más que otros... ¿me quieren decir "ella" (she/her/hers)? Ok. ¿Me quieren decir "él" (he/him/his)? No hay problema. Pero si me quieren llamar "ellx" o "elle" (xe/xem/xyr o they, them) Mucho mejor, gracias.

   Hace poco, un alumno me preguntó por qué usaba la "x" y mi respuesta fue "por respeto". Respeto a mí mismx y respeto a lo demás. La "x" no puede pronunciarse y eso hace que la mente juegue con posibilidades nuevas, con lugares abiertos, con sitios sin conceptualización que permitan la entrada de lo no normativo, lo no naturalizado, lo no binario.


   T. P. MIRA-ECHEVERRÍA   

   Mis amigxs y colegas entenderán este párrafo porque son mis amigxs y gente de bien, y porque saben que esto NO constituye ningún tipo de "denuncia" ni ninguna tontería por el estilo.

   Mi nombre. El nombre es una denominación, claro, pero también es parte importante de la identidad de una persona.

   Desde que me acepté como escritorx he cambiado yo mismx muchas veces de nombre y, otras veces, ese cambio (aceptado por mí, aclaro) ha fluctuado entre mi nombre de DNI, mi nombre acortado, mi nombre de soltera, mi nombre de casada, sobrenombre y hasta siglas...

   He sido "Teresa Mira", "T. P. M.", "Mira de Echeverría", "Teresa Pilar Mira" y por muchos años "Teresa P. Mira de Echeverría" y otras variantes. Agradezco a todxs y cada unx de quienes me han publicado con cada uno de esos nombres y con otros porque ustedes me han ayudado a ser quien soy, pero a partir de este año voy a fijar un nombre no como definitivo (eso sería ridículo) sino como definitorio. Mi nombre.

   Eso implica que me reconozco no sólo como persona, como existir-escribiendo, como no binarix sino también como un ser en constante recreación desde mí mismx y eso incluye a quien me acompaña en la vida y con quien hemos decidido integrarnos en el amor y más, mi esposo Guillermo Echeverría.

   Por eso soy lo que he recibido de mis padres (que me aceptaron y apoyaron siempre, y de quienes estoy muy orgullosx) y de mi cultura, pero también lo que yo mismx he decidido ser y de quién he elegido y me ha elegido tal como somos.

   Por eso elijo mi pen name (o nom de plume o "nombre de escritor") como mi nombre de identidad, eso es, T. P. Mira-Echeverría. El cual revela, esconde, preserva y anexa hechos, eventos, gente, relaciones y elecciones que me conforman y a las que acepto en mí, de este modo, como lo que soy o, mejor dicho, como lo que estoy siendo.


   Y, ¿por qué si es un propósito de año nuevo lo comparto así? 

   Bien, porque ustedes son mis amigxs y su apoyo es, como siempre, y como ha sido hasta ahora, invaluable.

   Muchas gracias por aceptarme como soy y por ayudarme a seguir siendo yo. 💜💜💜